martes, 28 de febrero de 2012

Bulgaria prohíbe el fracking, EE UU insiste

Transcribimos a continuación este artículo sobre la situación del "fracking" en Europa, y especialmente en Bulgaria, publicado por:

DIAGONAL WEB

FRACTURA HIDRÁULICA | OPOSICIÓN GLOBAL CONTRA ESTA TÉCNICA DE EXTRACCIÓN
Bulgaria prohíbe el fracking, EE UU insiste
Aunque se ha prohibido ya en Francia, Irlanda del Norte o Bulgaria, la apuesta decidida y la propaganda de EE UU siguen sumando países a la “fiebre” del fracking.

Patricia Manrique (Redacción Cantabria)
Martes 28 de febrero de 2012. Número 168 Número 169


SOFÍA. Manifestación en contra del fracking en la capital de Bulgaria.



El afán de EEUU por promocionar una peligrosa técnica de la que sus empresas cuentan con la práctica totalidad de las patentes no se ve mermado ni porque la Agencia medioambiental norteamericana haya confirmado que fue el fracking, una técnica también llamada de fractura hidráulica de extracción de hidrocarburos, lo que contaminó las aguas de Wyoming, ni porque el propio Departamento de Energía estadounidense haya reducido en un 66% su estimación de reservas en su principal yacimiento de gas no convencional, el denominado Marcellus Shale.

En enero, el Parlamento búlgaro prohibía indefinidamente el fracking o fractura hidráulica, tras seis meses de trabajo ciudadano en contra. Rápidamente esta decisión era cuestionada por James Warlick, embajador norteamericano en Sofía, mediante la difusión de una nota según la cual Bulgaria habría tomado una decisión “que puede tener un efecto profundamente negativo sobre el futuro de su suministro de energía y de su economía en general”.

Siguen prosperando las concesiones pese a que diversos estudios y testimonios alarmantes dan cuenta de acuíferos contaminados, necesidades de agua que entran en competencia con las necesidades de las poblaciones, problemas para gestionar los fluidos de retorno, contaminaciones de metano en viviendas cercanas a pozos, graves problemas de salud en poblaciones afectadas, etc. La revista Climate Change cuestionaba recientemente uno de los principales argumentos en defensa del fracking, al publicar un estudio que indica que “el gas de esquisto provoca unas emisiones de efecto invernadero, a corto plazo, mayores que las del carbón”. Por otro lado, Technology Review, revista del Instituto de Tecnología de Massachusetts, ha documentado los seísmos que se han producido por la fractura hidráulica, que en Ohio han llegado a ser de cuatro puntos en la escala Richter.

Aval de la Comisión Europea
Pese a que el Parlamento Europeo, un órgano sin apenas capacidad para impulsar iniciativas legislativas, señalaba en su informe del pasado julio que “los riesgos y cargas medioambientales no son compensadas por su correspondiente beneficio potencial”, la Comisión Europea, que sí podría impulsar una directiva al respecto, ha considerado innecesario crear una regulación ambiental específica para el fracking.

A diversas moratorias europeas, se suma la de los Países Bajos. Tras varias movilizaciones en La Haya, la Comisión para Minería y Energía de los Países Bajos aprobó una moratoria nacional hasta el verano de 2012, a la espera de investigar los efectos perniciosos de la técnica. Francia, por su parte, mantiene la prohibición, aunque hay voces que denuncian la existencia de una “puerta de atrás”, pues la ley no define la fractura hidráulica en sí, lo cual ha creado un vacío legal que la industria podría estar aprovechando mediante el uso de vocabulario diferente. Además, sí se permite la investigación.

Mientras, en Polonia, país que apuesta por la aplicación de esta técnica, con la esperanza de reducir su dependencia energética de Rusia, se descubren más métodos para asegurar que la técnica prospere: siete personas, entre funcionarios del gobierno y empresarios vinculados a Petrol Invest, han sido acusadas de ofrecer o aceptar sobornos en la concesión de licencias para buscar gas no convencional en 2011.

Nueva geopolítica energética
La apuesta se extiende por todo el mundo en lo que el analista del periódico The Guardian, Michael T. Klare, denomina una “nueva guerra de los 30 años”, en la que se juega el futuro energético del planeta. El ya innegable pico del petróleo y la negativa de los Gobiernos a aceptar nuevos ritmos de producción y consumo, contribuyen a que el fracking sea la nueva modalidad de la apuesta por los hidrocarburos. Ya sean reales las estimaciones o se trate de una ‘burbuja’ como temen algunos analistas, las petroleras se esfuerzan en hacerse con el suculento negocio.

En 2009, China firmó un acuerdo con EEUU, y ya ha comenzado a hacer perforaciones con la promesa de que sus reservas son el doble que las estadounidenses, y la ventaja de que apenas trascenderá la oposición. Las concesiones se han hecho a empresas nacionales, pero Chevron o BP ya han iniciado conversaciones para formar empresas conjuntas. En Sudáfrica, la fractura hidráulica iba a afectar a la cuenca de Karoo, una zona agrícola caracterizada por las sequías. El discurso opositor se centró en denunciar las fuertes cantidades de agua que exige el fracking. Las movilizaciones han logrado una moratoria.

En Nueva Zelanda, según muestran las investigaciones del medio digitalNew Matilda, las empresas petroleras–Metgasco, Santos y AGL–invierten cifras millonarias en grupos de presión conservadores que tratan de asegurar que los diputados liberales y nacionales apuesten por el fracking, contrarrestando una opinión pública reacia, y la moratoria aprobada en el Estado de Nueva Gales. La alianza Lock the Gate trabaja en una campaña de información y desobediencia civil para contrarrestar estos movimientos.

LA GUERRA MEDIÁTICA. Detenido Josh Fox, autor de ‘Gasland’
“La verdad de que el fracking contamina el agua está ahí fuera, y no se va a olvidar a pesar de las muchas tácticas de intimidación empleadas, desde falsos datos científicos a detenciones de periodistas”, señalaba Josh Fox tras su detención por intentar grabar en el Congreso de EE UU una audiencia del subcomité de Energía y Medio Ambiente de la Cámara de Representantes. En aquella ocasión no se permitía la presencia de periodistas porque se estaba filmando e iba a estar disponible en la web del Congreso, hecho que Reporteros sin Fronteras ha valorado como absurdo: “Apartando de manera tan grosera a un testigo indeseable, el subcomité no ha hecho sino alimentar la sospecha de sus propios vínculos con la industria minera, en menosprecio de ciudadanos facultados para pedir cuentas en materia de salud pública”,ha declarado esta organización.
Aunque el fallo judicial tras la vista del 15 de febrero sea favorable para Fox, éste seguirá en la lista antiterrorista del Departamento de Seguridad Nacional, donde figura desde la aparición de su documental Gasland, del que ahora graba la segunda parte, que ha servido para difundir los efectos de esta técnica en los cinco continentes. En una entrevista concedida a este periódico (ver DIAGONAL 160), Fox ya alertaba de que ésta iba a ser una “lucha sobre la percepción pública”.

sábado, 11 de febrero de 2012

Dos proyectos plantean extraer gas y provocan la alarma de los ecologistas

El Diario de Noticias da cuenta de la charla organizada por  Ecologistas en Acción de Tierra Estella - Lizarraldeako Ekologistak Martxa'n, en Estella-Lizarra, para informar de los proyectos de Investigación en Navarra. 

Dos proyectos plantean extraer gas y provocan la alarma de los ecologistas

Una empresa solicita prospecciones en toda la sierra de urbasa y otras zonas de navarra

Ekologistak Martxan advierte de los riesgos del sistema que aseguran que se utilizará, la fractura hidráulica

Cristina Solano- Sábado, 11 de Febrero de 2012 - Actualizado a las 05:12h


Imagen de ganado en la sierra de Urbasa. (C.S.)

Estella-Lizarra. El Boletín Oficial del Estado publicó hace unos meses la solicitud de permiso de una empresa para investigar la existencia de hidrocarburos en Navarra. Así, Frontera Energy Corporation solicitó hace un año poder llevar a cabo sus proyectos de investigación denominados Pegaso y Quimera.

El primero de ellos tiene un ámbito de estudio de 102.884 hectáreas y como indica el propio BOE cubre áreas tanto de Navarra como de la CAV, concretamente de las provincias de Gipuzkoa y Álava. Así, el proyecto marca los vértices de la zona a estudio que en Navarra van desde cerca de Ziordia hasta Olaibar, Noáin, la sierra de Lóquiz, Larraona y el que se denomina como Monte Común de Améscoa. El otro proyecto, llamado Quimera, tiene 101.032 hectáreas y va desde Navarra hasta Aragón. Los límites en la Comunidad Foral serían Huarte, Urzainqui y Olóriz.

Estos dos proyectos han suscitado una gran alarma entre los ecologistas que aseguran que si se encuentra gas en esas zonas se extraerá mediante un sistema denominado fractura hidráulica, que es el único que se conoce para obtener gas de la roca existente, llamada esquisto o pizarra. Diego Ortuzar, de Ekologistak Martxan, impartió ayer una charla en Estella y explicó que esta técnica se aplica cuando se trata de hidrocarburos no convencionales, que son los que no están almacenados en bolsas debajo de la tierra. Es decir, los que contiene la propia roca. "No se pueden extraer como los otros haciendo un agujero para que salga por diferencia de presión, sino que hay que hacerlo por fractura hidráulica también conocida como fracking".

Los grupos ecologistas consideran que este sistema de extracción tiene importantes afecciones medioambientales, incluso, como indicó Txemi Pérez de Eulate, es una acción "hiperagresiva hacia el medio ambiente. "Se hace un pozo y se perfora hasta una determinada profundidad en vertical, que pueden ser 5.000 metros, hasta la zona donde se cree que está la roca que contiene el gas y luego se perfora en horizontal. Se colocan tuberías en el recorrido y se detona la zona horizontal para romper la piedra. Después, se mete una gran cantidad de agua con productos químicos a muy alta presión y se extrae mediante bombas, en esa extracción sube también el gas metano que ha salido de la roca", explicó Diego Ortuzar.

Sin embargo, los ecologistas ven numerosos problemas en este sistema como que de todo el agua con productos químicos que se introduce "solo retorna el 20%". "El resto se queda bajo tierra y se puede filtrar a los acuíferos que quedan por encima de la zona de extracción y que a veces sirven de abastecimiento a las poblaciones o ganaderías cercanas". Además, del impacto ambiental de la propia extracción, Ekologistas Martxan explica que el transporte del gas obtenido se hace mediante camiones. "Se calcula que son miles al año". Hasta ahora, este sistema se desarrolla sobre todo en EEUU.

Álava En el Estado hay actualmente varios proyectos para extraer gas. La mayor parte se encuentra en la vertiente cantábrica y en Navarra, aunque también hay varios en Andalucía y en las Islas Canarias, y en menor medida en Aragón, Cataluña y Levante. Cada proyecto se encuentra en un periodo diferente de tramitación, pero por proximidad llama la atención uno que se está desarrollando en Álava y de hecho Patxi López anunció en 2011 que unos estudios revelaron la posible existencia de un gran yacimiento de gas en Álava y efectivamente se reconocía que estaba en la roca. Entre las cifras que se barajaban en ese caso, el yacimiento podría abastecer al consumo de todo el Estado durante cinco años, según López.

El ejemplo del proyecto de Álava por extensión es comparable a los que ahora se plantean en Navarra. Así, según Ekologistas Martxan en esa provincia se prevé realizar la investigación mediante nueve pozos y cada uno de ellos ocupa dos hectáreas. "Si después el proceso se industrializa serán cientos de pozos".

En otras comunidades como Cantabria existe una gran respuesta social y ahora en Navarra Ekologistak Martxan desea que la población se informe y se movilice.

Cabe señalar que existen otros proyectos que se desarrollan en otras comunidades pero que tocan de forma más leve a Navarra.